Hace mucho tiempo en Egipto vivían 3 niños, eran los mejores
amigos y siempre hacían todo juntos. Un día caminando por el desierto encontraron
una palmera que recién salía de la tierra era pequeña y débil. La quedaron
mirando por 10 minutos y decidieron ponerle una piedra encima y se fueron
corriendo. Mientras los niños se iban la palmera decía:
·
- Ahora que hago para sacarme esta piedra de encima.

Pasaron unos 20 años y los niños ya eran hombre, unos
adultos hechos y derechos, decidieron dar un paseo por desierto para recordar
los viejos tiempos. Cuando iban caminando encontraron una palmera grande, majestuosa
las mejor que habían visto en su vida. Cuando están debajo de la palmera, cayó
una piedra de la copa de la palmera. Los 3 amigos se dieron cuenta que era la
misma piedra de hace 20 años, eso quería decir que esa palmera grande e impresionante
era la misma palmera pequeña y débil.
Los 3 amigos se quedaron sin palabras, cuando están apunto
de irse la palmera se agacho si copa y les dijo:
- Gracias por ponerme esta piedra encima
Los 3 amigos dijeron:
- ¿Por qué gracias?
La palmera les respondi
- Cuando ustedes me pusieron la piedra encima pensé que me iba a morir ahí, trate y trate de sacármela, me movía de un lado a otro, pero nada. Hasta que se me ocurrió crecer mis raíces par aguantar la piedra, al hacer eso mis raíces llegaron al agua del sub-suelo y con esa agua me ayudo a crecer hasta este tamaño y pude sobrevivir de la piedra y del calor del desierto.
Muchas veces la vida nos pone piedras encima, tratamos y
tratamos de quitárnoslas, pero no podemos. Y dejamos que esas piedras nos
impidan crecer.
Tú que harás, sacaras tus raíces o solo dejaras que la
piedra te hunda y te impida crecer.
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